Por Carlos Eduardo Croes
Existen muchos deportes que puedes practicar, están los acuáticos, de motor, de mesa, los extremos y hasta mentales, pero entre los de pelotas, resalta el Squash por algunas singularidades del juego, como la cancha y la demanda de energía física.
En esta oportunidad les contaré algunas razones por las que recomiendo practicar esta disciplina, dedicadas a quienes están interesados pero aún no se deciden a hacerlo.
Quemar calorías: El Squash es un deporte de alto rendimiento, en el que se ponen en movimiento todos los músculos del cuerpo, por lo que en 30 minutos puedes quemar 480 kilocalorías, dependiendo de tu peso y estatura.
Efecto de entrenamiento: A medida que practiques esta disciplina, notarás como mejora la forma de tu cuerpo, además, progresarás en áreas como la coordinación, resistencia y velocidad, sin embargo, si tienes algunos años sin hacer deporte, no abuses del juego, inicia poco a poco.
Conocer personas: Es recomendable que te inscribas en un curso para principiantes en el Squash, de esta manera aprenderás directamente de un profesional, y además podrás conocer a otros con los que compartes este gusto, y posiblemente muchas cosas más, así que también te servirá para ampliar tu círculo social.
Sin límites de edad: Cualquiera puede jugar Squash, no importa si eres adolescente o de la tercera edad, ya que la forma e intensidad del juego se pueden adaptar de acuerdo al rendimiento de los interesados.
Siempre activo: Podrás practicarlo durante todo el año, sin importar las condiciones climáticas, ya que la cancha es cerrada y se ubica dentro de algún club o centro deportivo, por algo le dicen el deporte de la ciudad.
Aprender tácticas: La percepción, toma de decisiones y habilidades de acción, son alguna de las destrezas que podrás adquirir mediante la comprensión de tácticas, durante el juego de Squash, que seguramente te servirán en otras áreas de tu vida.
Genera diversión: La alta demanda física y mental ayudan a liberar muchas hormonas importantes en el cuerpo, como las endorfinas, que tienen efectos sobre el bienestar personal, teniendo un efecto positivo en la confianza en sí mismo, el estado de ánimo y la concentración.