Bien lo sabemos, el squash no es sólo lo físico, no es sólo técnica y táctica, tu rendimiento no dependerá únicamente de esto, la alimentación juega un papel igual de importante, por esto es que los profesionales trabajan con nutricionistas que les elaboran dietas y pautas específicas.
Si no has consultado un especialista que pueda evaluar, ese es el primer consejo que te compartiremos. Estudia a fondo tu constitución física con un profesional, para conocer tu porcentaje de grasa corporal y masa muscular. Esta primera aproximación hay que hacerla de la mano de un nutricionista.
A continuación 9 tips más para comenzar a tener más consciencia sobre tu alimentación para mejorar tu rendimiento en la cancha:
- Ingiere la cantidad de alimentos según tu actividad diaria. La cantidad de alimentos a ingerir varía en función de las calorías que quememos. Esa cantidad de alimentos podrá variar incluso según si en un día entrenamos o no entrenamos. Un plan de nutrición no tiene porque ser exactamente igual todos los días de la semana a no ser que tengamos una rutina exactamente igual todos los días de la semana.
- Deberás realizar una dieta rica en hidratos de carbono, sobre todo los hidratos de carbono que encontramos en alimentos como la pasta, las patatas, las fruta. Es bueno consumir alimentos integrales, pues además del aporte en hidratos nos proporcionará fibras necesarias para el organismo.
- En ciertas ocasiones puede ser acertado consumir suplementos alimenticios ricos en proteínas, pero cuidado, esto deberá recomendártelo un médico o nutricionista.
- Es importante que ingieras lípidos de “buena calidad”, grasas mono y poliinsaturados, limitando tanto como puedas las grasas saturadas. Por lo tanto, deberás ingerir aceite de oliva y alimentos ricos en Omega 3 y Omega 6. Por lo tanto, evitaremos los aceites de origen animal.
- Bebe abundante agua diariamente. No lo hagas sólo cuando tengas sed, crea hábitos de tomar agua por ejemplo al levantarse, antes de comer y, por supuesto, mantente hidratado mientras entrenas.
- Ten en cuenta los alimentos funcionales. Éstos son los ricos en vitaminas y minerales. En ocasiones son los grandes olvidados. Come frutas, verduras y hortalizas para equilibrar tu ingesta de vitaminas. Utiliza bebidas isotónicas después del ejercicio para recuperar los minerales perdidos.
- Cuidado con los atracones. Lo ideal en una dieta equilibrada es comer 5 veces al día. Es importante que si pasas un tiempo sin comer no te pegues grandes atracones.
- Come antes, durante y después de entrenar.
- Después de realizar cualquier actividad física, asegúrate de reponer lo perdido mediante una buena recuperación.
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